domingo, 11 de noviembre de 2012

Estados de la materia


Bueno amigos y amigas, tengo ganas de escribir sobre lo cotidiano, hoy mi mamá cocinó algo muy rico: papas con crema y queso.  Las cortó en rodajas, las coció en agua en una olla, luego las colocó en una bandeja de cristal para hornear, preparó crema con cebolla y un toque de leche semi-descremada y lo vertió sobre las papas, y para terminar le colocó trozos de queso gouda laminado en la superficie. Luego lo llevó al horno a 170° por aproximadamente 20 minutos.

Quiero compartir lo siguiente: la primera vez que hizo esto, le quedo muy bien. Pero este plato tenía algo distinto… tenía un toque de falta de sal o de algún condimento.
Es un misterio no entiendo porque le quedó distinto si lo hizo con los mismos ingredientes, tal vez fue la motivación mía por no querer ir a comprar los ingredientes faltantes a la hora indicada, o tal vez fue su pensamiento de que ahora le quedaría mucho mejor con una preparación distinta. Es increíble que a veces nuestras disposiciones espirituales pueden influir positiva o negativamente sobre el resultado de algún producto hecho por nosotros en un momento dado, en una situación dada, utilizando los mismos objetos

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